Si alguna vez has tenido una llaga en la boca, sabes lo molesto que puede llegar a ser. Hablamos de esas pequeñas úlceras o heridas, también conocidas como aftas bucales, que aparecen sin previo aviso y hacen que cada mordisco o sorbo se sienta como una batalla. Pero, ¿por qué salen? ¿Cuál es el mejor tratamiento? Vamos a aclarar todo lo que necesitas saber para que esas llagas dejen de ser una molestia.
Por qué salen llagas en la boca
Las llagas en la boca o aftas bucales son pequeñas úlceras redondas que suelen aparecer en el interior de las mejillas, los labios, el paladar o la lengua. Hay varios motivos por los que estas llagas pueden surgir:
- Lesiones o mordeduras accidentales: A veces, una mordida involuntaria o un cepillado de dientes demasiado enérgico puede dañar la mucosa y provocar la aparición de una llaga.
- Estrés o ansiedad: Parece increíble, pero el estrés puede jugar un papel importante. Cuando estamos bajo mucha presión, el sistema inmunológico se ve afectado, y eso facilita la aparición de estas pequeñas molestias.
- Deficiencias nutricionales: La falta de vitaminas como la B12, el hierro o el ácido fólico puede predisponer al desarrollo de aftas bucales. Si notas que te salen con frecuencia, podría ser momento de revisar tu dieta.
- Cambios hormonales: Muchas personas notan un aumento en la frecuencia de las aftas bucales durante ciertas etapas del ciclo hormonal, especialmente en las mujeres.
- Sistema inmunológico debilitado: Algunas condiciones que afectan el sistema inmune también pueden predisponer a la aparición de llagas en la boca.
- Alergias o reacciones a alimentos: Algunos alimentos, como el chocolate, los cítricos o las nueces, pueden irritar la mucosa en personas sensibles y desencadenar llagas.
Llagas en la lengua
Las llagas en la lengua son especialmente molestas porque, al estar en una zona de constante movimiento y contacto, suelen doler más que las llagas en otras partes de la boca. Las causas suelen ser las mismas, aunque también es común que se deban a irritaciones provocadas por ciertos alimentos o incluso por el roce con los dientes o aparatos dentales.
Tratamiento para las aftas bucales
El tratamiento de las aftas bucales se centra en aliviar el dolor y acelerar la curación. Aunque la mayoría desaparecen solas en una o dos semanas, existen opciones que pueden ayudarte a sentirte mejor más rápido:
- Enjuagues con agua y sal: Suena sencillo, pero funciona. La sal tiene propiedades antisépticas que ayudan a desinfectar la llaga. Mezcla una cucharadita de sal en un vaso de agua tibia y enjuaga durante unos 30 segundos.
- Enjuagues con bicarbonato: El bicarbonato es otro aliado para las llagas. Además de ser antiséptico, ayuda a neutralizar el ácido en la boca y reducir la inflamación. Solo tienes que disolver un poco en agua y enjuagar.
- Medicamento para llagas en la boca: Existen geles y colutorios específicos para las aftas bucales. Estos productos suelen contener agentes analgésicos que ayudan a calmar el dolor y favorecen la curación. Uno de los más comunes es el ácido hialurónico en geles, que crea una película protectora sobre la llaga.
- Aplicación de hielo: Colocar un cubito de hielo sobre la llaga puede adormecer la zona y reducir la inflamación. Eso sí, hazlo suavemente y sin aplicar demasiada presión.
Mejor medicamento para llagas en la boca
Si buscas el mejor medicamento para llagas en la boca, consulta a tu dentista o farmacéutico. Hay productos de venta libre que pueden ofrecer alivio, como los geles con lidocaína (un anestésico local) o con ácido hialurónico, que protege la zona afectada y acelera el proceso de cicatrización. Además, algunos enjuagues bucales antisépticos ayudan a mantener la llaga limpia y a prevenir infecciones, lo que también contribuye a la curación.
Consejos para prevenir las aftas bucales
Aunque no siempre se pueden evitar, aquí tienes algunos consejos que pueden ayudarte a reducir la frecuencia de las llagas en la boca:
- Mantén una buena higiene bucal: Un cepillado suave y regular reduce las bacterias en la boca que pueden agravar las aftas.
- Evita alimentos irritantes: Trata de no consumir alimentos ácidos, picantes o demasiado calientes, ya que pueden empeorar las aftas.
- Reduce el estrés: Si notas que las llagas aparecen en momentos de estrés, intenta incorporar prácticas relajantes como el ejercicio o la meditación.
- Cuida tu dieta: Asegúrate de consumir suficientes vitaminas y minerales para mantener tu sistema inmunológico fuerte.
Conclusión
Las llagas en la boca o aftas bucales son una molestia, pero con los cuidados adecuados y los productos correctos, puedes hacer que el dolor pase más rápido y que esas pequeñas heridas dejen de ser un problema. Si notas que las llagas son persistentes o reaparecen con frecuencia, no dudes en consultar con un dentista. A veces, esas pequeñas heridas pueden ser el aviso de algo más que merece tu atención.